Es una enfermedad que adquieren nuestras mascotas cuando un parásito llamado Leishmania Infantum entra en su organismo debido exclusivamente a la picadura de un mosquito, el Flebotomus Perniciosus. Debido a que se transmite por los mosquitos el periodo de transmisión son los meses de más calor, entre marzo y octubre, aunque nuestras mascotas pueden desarrollar la enfermedad en cualquier momento del año.
Es una enfermedad grave y es fundamental la prevención protegiendo a nuestras mascotas de la picadura del mosquito e incluso podemos estimular el sistema inmune de nuestras mascotas hacia dicho parásito con diferentes productos. Aconsejamos realizar test anuales de leishmania para tener conocimiento del estado sanitario de nuestras mascotas.
Los síntomas de esta enfermedad son variados y muy extensos, nuestra mascota desarrollara unos u otros dependiendo de la sensibilidad de esta. Los síntomas típicos son problemas de piel, con descamación y caída excesiva de pelo, crecimiento de las uñas, afección de órganos internos como riñón o hígado apareciendo pérdida de apetito o apetito caprichoso y delgadez, cojeras y dolor articular, también puede aparecer sangrado nasal…
Hemos comentado que un diagnóstico precoz es importante para el tratamiento y recuperación del animal antes de que existan daños. Ya que existen perros que pueden presentar ser portadores de la enfermedad y no tener síntomas. Un buen momento de testar a nuestras mascotas son los meses de octubre a diciembre.
Hay distintos métodos diagnósticos, pero un simple análisis de sangre nos permite diagnosticar la enfermedad y el grado de afección de la mascota.
Debemos tener conocimiento que no existe ningún tratamiento que cure a nuestras mascotas completamente, pero si hará que no tenga síntomas y que pueda llevar a cabo una vida normal con calidad. Cada animal responde de manera diferente a los tratamiento y cada caso de leishmania es distinto, por lo que el veterinario propondrá el que mejor se adapte a las necesidades de nuestra mascota, ya que cada caso es único y por lo tanto las necesidades de tratamiento son individuales.
Las mascotas que hayan padecido la enfermedad o estén en tratamiento necesitan controles periódicos.